viernes, 13 de mayo de 2016

La esmeralda de la corona


Vengo a hablar de María, la Virgen del Mar y de su corona, la de la coronación.
Almería, años de postguerra, la ciudad se reconstruye bajo ese halo de miseria que había dejado la contienda militar y pese a la mala situación económica el 6 de mayo de 1949 el por aquel entonces alcalde del Excmo Ayuntamiento de Almería solicita en nombre del mismo la coronación canónica de la Santísima Virgen del Mar.

En la exhortación pastoral que el Excmo. y Rvdmo. D. Adolfo Ródenas García +, Obispo de Almería dirigió con motivo de la coronación meses antes decía lo siguiente:

"La corona va a ser la expresión de la gratitud de Almería por los innumerables favores que ha recibido de la Madre de Dios, el oro y la pederería de los almerienses, ¿en qué cosa mejor pueden emplearse, ni donde mejor lucir que en la corona de la Virgen? Dichosos los que al mirar a la Patrona cuando esté coronada, podáis decirle: Madre mía, algo de mi ha servido para esa corona tuya y de tu hijo divino con las que hemos proclamado vuestra realeza sobre nosotros"

Y bien, hoy en día pese a ser uno de esos sueños efímeros con los que todos nos ilusionamos, es cabal afirmar que sería muy díficil coronar a nuestra Virgen con una presea de oro y finas pedrerías, no obstante en 1949 el pueblo de Almería se volcó y de que manera.


 Pues bien, la esmeralda de la cruz que remata la preciosa corona fue depositada en una hucha del santuario, gesto de amor profundo hacia nuestra Patrona que donativo a donativo, hicieron que sobre esas benditas sienes se posara tan digna presea para tan celestial princesa.

A mi padre,  tú siempre con la Virgen, y la Virgen siempre contigo.



viernes, 21 de noviembre de 2014

Es especial...


Lo entrañable de esta fotografía es que los abuelos del que era candidato, ahora ya hermano mayor electo, acudieron el día 8 de Noviembre a ejercer su derecho al voto, eligiendo para que guíe los pasos de la Hermandad a su nieto Isaac.

Fue especial verlos aparecer por la casa en la que sus hijos han pasado más horas que en la suya propia, la casa en la que sus hijos junto con ese grupo de amigos que se reunían en los seises más los allegados del barrio de las huertas inventaron una cofradía que si bien fundada en el 48 partió practicamente de cero en el 78, bendito año 78.

Y benditos ellos, bendita ella, primorosa mujer siempre dispuesta a confeccionar una centena de túnicas de raso brillante, acordaros de aquellas capas que subían el paseo elegantes y se llenaban del aire que tantos Miércoles Santos ha hecho acto de presencia, benditas sus ganas de engrandecer el ajuar mercedario, por tantos damascos convertidos en sayas para la pascua o para proclamar la grandeza de María, Virgen y Madre siempre Inmaculada.

Manos que bordan enaguas de procesión, con encajes color café que si bien encontrados en el rastro de Madrid ahora visten a la madre del Prendimiento en Almería.

Bendita la familia que es Hermandad y bendita la Hermandad que es familia.

Ojalá el Señor os guarde muchos años y cada Miércoles Santo detrás de la reja de Real 74 entre pétalo y pétalo podáis ver a la cofradía que es ya es herencia de hijos a nietos.

domingo, 10 de agosto de 2014

Me gusta

Me gusta el palio cuando revira elegante para enfilar la conventual Calle Cervantes.
Me gusta oir el toque de martillo, seguidamente la pértiga y ver como suben acompasados los ciriales, me gusta cuando tras ese toque los palermos corretean entre los tramos y el banderín comienza a andar tras las promesas.
 Me gusta Almería con la luz de la primavera, me gusta Abril, me gusta su sol y como brilla la plata que exquisitamente conservada hace las veces de espejo cuando revira en Jovellanos.
Me gusta especialmente cuando el misterio levanta fuerte y al cielo y la espada deja caer todo su peso en el tronco finamente labrado los los hermanos Delgado.
Me gustan Zadquiel y Uriel, verlos de frente y de perfil, reparar en sus detalles.
El Cautivo, a mí el Cautivo me gusta con potencias, con las de Ramón León, soberano Señor de tu ciudad.
El Prendimiento, a mí el Prendimiento me lo han descubierto este año, me gusta con su capuz, mostrándose a Almería valiente, la humanidad hecha imagen, en capilla para su Triduo con potencias, túnica burdeos y mantolín crudo, así me gusta el Prendimiento.

Mi cofradía me gusta de muchas formas y lo que más me ilusiona es que se puede mejorar y si Dios así lo quiere así será.

sábado, 25 de enero de 2014

Los sueños de Balta

Cuando los sueños se convierten en crucificados de imponente hechura, cuando la almedina se hace pequeña ante la expectación de su bendición, cuando Balta soñaba con una expiración para Almería, cuando enseñaba fotografías en el callado silencio de su droguería, cuando los donativos y loterías fundan hermandades, cuando Oliveros y el Hospital le deben tanto, cuando el cariño y el soñar van de la mano camino de San Juan, cuando Almería espera a un crucificado que nunca imaginó...

Cuando tu ilusión es mi ilusión y me enfado con la vida por las circunstancias.

Hoy bendición a las 19:00h del Gran Amor de la Almedina, el Cristo de nuestro amigo Balta.



viernes, 6 de diciembre de 2013

Inmaculada Concepción de María



Cada cuenta del rosario es un sueño, un desvelo, un pensamiento, cada puntada del pañuelo una lágrima de emoción y sentimiento, como cada año detalles por la Inmaculada Concepción de la Virgen, María de la Merced y entre rosario y pañuelo este patio cumplió siete años.

A mi abuela Loli, celosa del ajuar mercedario, primorosa como ella sólo sabe, algún día, Dios quiera que dentro de muchos años darás puntadas de gloria en el reino de los cielos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

El beso


Fotografía: Fernando Navarro Blanco

¡Aquel beso, aquel beso,
semilla de mi pasión!

De él quedé siempre preso,
siento su gigante peso
encima del corazón.

Con él me quitaste el seso
antes de tener razón;

va en mis entrañas impreso
y muero bajo el acceso
de su regeneración.

Miguel de Unamuno

lunes, 2 de septiembre de 2013

Viendo los años pasar.

Parte de la fachada de la Casa-Hdad del Prendimiento, antes de la restauración.

Como las señoras mayores que suben Eduardo Pérez el domingo de corpus, como aquellas que por la mañana bien temprano van a la misa de las Puras, como los ancianos sacerdotes que bajan a la Plaza de la Catedral a dar su paseo matutino, como todos ellos que han vivido tanto, la casa que un día parecía que caería por su propio peso rejuveneció para estar en pie si cabe otros dos siglos más.