Dejé atrás los patios ajardinados entre geranios y adoquines recién regados, deje atrás el calor sofocante a las 4 de la tarde en el Patio de los Naranjos, el sonido de una guitarra española en la Plaza de las Flores quedó para siempre en un vídeo, la paz y la tranquilidad que se respira, que se siente en la Plaza Capuchinos, cuando es de noche y al Cristo de los Faroles le acompañan cantidad de velas encendidas y una estampa que dejé del Prendimiento.
Dejé atrás esta maravillosa ciudad, para volver a la realidad, a Almería, la ciudad en la que los adoquines no lo son tanto y en la que por las noches refresca.
Córdoba, volveré que tu y yo tenemos algo pendiente.
2 comentarios:
En Almería refresca pero poco...
Sé de lo que hablas...
Un Saludo
Yo tenía la esperanza de que por las noches allí refrescara algo pero nada de nada, estas noches en Almería, sin embargo da gusto dar paseos por la rambla...por ahora claro :p
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