miércoles, 14 de septiembre de 2011

El Cerro

El sábado por la noche volvimos a subir al Cerro de Monteagud después de algunos años de ausencia, era la primera vez que lo hacía en forma de peregrinación, las otras tantas las hice con mi Hermandad del Prendimiento para poner cuatro o cinco puestos de ventas, que si estampicas, llaveros y frío, mucho frío.
Recuerdo las horas muertas de la madrugada, el cola-cao calentico de las 8 de la mañana, los sueños en el coche de Andrés el de Río Preto y las perrerías infantiles que nos hacían disfrutar y desear el resto del año que llegara Monteagud, todo lo contrario que nuestros padres, pero para sacar un duro había que desplazarnos a casi 1700 metros de altitud, y vaya duros. Buenos años.
Esta vez le pedí a la Virgen salud y buena fortuna para esta Junta Directiva que entra nueva, no se si volveré, lo que si se es que guardo gratos recuerdos de mi infancia en ese cerro perdido de la Sierra Filabres.

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