viernes, 22 de abril de 2011

Impresiones de Jueves Santo

Quedamos a eso de las 18:00h en la Catedral, centro neurálgico del Prendimiento, tomar un café e ir hacia la Compañia de María para ver la salida de Angustias, hasta ahí todo bien.
Buscamos a Encuentro y con premura nos dirigimos hasta nuestra Casa de Hermandad para recibir a las Angustias tras su paso por su sede canónica, que si puesta de faldones, que si pequeña petalá para la Madre del Stmo Cristo de la Buena Muerte cuando una mala noticia llega a nosotros, la lluvia hace acto de presencia pero sólo levemente, en cuestión de minutos aprieta y mucho, preparamos todo para darles cobijo, capilla, salón grande, corremos en su busca para resguardar sus insignias, nazarenos, niños.
No era mi Hermandad pero lo parecía, pude sentir la desolación, desilusión, tristeza de no poder continuar una Estación de Penitencia.
Los pasos de la Hermandad de las Angustias se resguardaron de la maldita lluvia en la todavía no estrenada Capilla del Prendimiento, un mal estreno, nunca lo hubiera querido así.
En la Casa de los Puche se vivieron momentos de tensión, de nervios, de solidaridad, de HERMANDAD, de arrimar el hombro.
Por aquel 21 de Abril, cuando el Patio de Bendicho abrió sus puertas a los elegantes nazarenos de cola de Angustias.

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