A Don José Guerrero

Fue el párroco de la Catedral en los años de mi infancia, en aquellos en los que el Prendimiento se hacía cofradía y resurgía después de 1996, intervino y apoyó a la Hermandad para recuperar la Capilla del Sagrario y siempre, en todo momento tenía una buena palabra para los que teníamos la Catedral como nuestra segunda casa.
Y es que aquellos fueron los años de mi catequesis, de largas tardes de viernes jugando en el patio de los Seises, el año de mi primera comunión, en esa Capilla del Sagrario, y todo esto tiene historia, y es que era deseo de mis padres que yo recibiera mi primera comunión en el Monasterio de las Puras pero al encontrarse en obras no pudo ser y la segunda opción fue la Capilla del Sagrario, fue el 1 de Junio de 1996, y nadie imaginaba meses antes cuando se preparaba la ceremonia que no estarían ni Jesús Cautivo ni mi Virgen de la Merced, estuvimos Don José Guerrero, mis padres, hermana, mucha familia y la Cofradía, una pintura al oleo de la Merced en el altar, sujetada por guirnaldas de flores recordaba que ahí debía de estar, y que sólo faltaban unos meses para volver a tenerla con nosotros, pero eso es otra historia.

Desde aquí mi pequeño homenaje a Don José Guerrero Martín, que ya descansa en paz en un lugar privilegiado junto al Altísimo en el Reino de los Cielos.