Por el Respeto

A D.Antonio;

Han pasado los años, y testigo de ello son sus afincadas canas y sus manos, ellas lo dicen todo.

Doce años, doce, desde la Bendición del Cautivo, y los derroteros que quieren jubilarle han tenido que volver a verle por tierras almerienses debido a la Bendición de su última obra cristífera para Almería, para la Hermandad de los Ángeles.

Los hubo, hay y habrá mejores, nunca se dijo lo contrario, pero yo, desde aquí le quiero defender, defender a la persona, por ser un caballero, y en ésta Almería así nos luce el pelo, tenemos lo que nos buscamos, no se valora el trabajo, las horas, la ilusión incansable de una Hermandad que espera su Cristo como agua de Mayo y la integridad de quién de un trozo de madera puede hacer la devoción de muchos.

Sentenciaste todo un barrio torero, Prendiste con unos ojos verdes, le diste a Almería su Señor, y por último la Misericordia para los Ángeles.

Lo pudimos tener con nosotros toda una mañana y me empapé de su sabiduría, de su saber estar y de su amor hacia las Cofradías.

Gesto que no se me olvidará fue el brillo de sus ojos al ver a la Merced, sólo pensó en los años que han pasado, en las circunstancias de esa talla, el porqué y el cómo.

Antonio arrimó el hombro para con la Hermandad y por ello le estaremos eternamente agradecidos, por devolvernos a una Merced más aniñada, más serena, por hacer que mi amor hacia María Santísima crezca día a día por esa imagen que salió de Sevilla allá por 1996.

Por el respeto hacia el trabajo de las personas, no por el fanatismo de una u otra imagen, por el respeto hacia las Hermandades y por lo que es más, por aquellos que a todas las imágenes de uno u otro escultor les encomiendan sus rezos, sus súplicas, sus confesiones.

Antonio, le veré en la Bendición de la Casa de TU Hermandad del Prendimiento.

Gracias.