martes, 16 de julio de 2013

Cuando se viste de blanco...


Ayer fue de esas noches de julio en las que la Capilla del Sagrario cambia de color, y es que del burdeos tenso y serio se pasa al blanco impoluto resaltón y veraniego.
Ayer fue de esas noches de julio en las que pedí por alguien especial, una nazarenita del primer tramo prendío que ha pasado estas últimas semanas en Madrid, allí donde está el Cautivo que siempre viste de morado, pero yo le pedí al que tengo cerca, a la devoción hecha imagen, porque Dios en Almería vive en la Catedral y se llama Jesús Cautivo de Medinaceli.
Ayer fue de esas noches de julio en las que piensas en Septiembre, noches que quieres y no puedes, quieres soñar con otro Septiembre, con otro Enero, con otra Cuaresma, pero se ve tan inalcanzable.
Ayer fue de esas noches en las que el Señor cambió de terno y se produjo el ritual de mimos entre cordones y alfileres.
Ayer fue esa noche en la que el Cautivo volvió a ser Dios cercano y humano.

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