Yo me imagino a todos esos nazarenitos de pequeña vara en mano y de medalla al cuello cantando en la futura Capilla del Prendimiento, un Himno a la Merced.
Y si lo vives de pequeño, y te entra el veneno es algo que ya no puedes dejar, diría que es hasta adictivo.
Y si lo vives de pequeño, y te entra el veneno es algo que ya no puedes dejar, diría que es hasta adictivo.
1 comentario:
Que bonito y que envidia , ese es el problema que estas cosas solo pasan en Sevilla , en fin , aver si algun dia vemos algo parecido aqui ajajajaja
Un beso!
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