Sólo unos pocos sabemos lo que hubo detrás de todas esas banderas y colgaduras, sólo unos pocos vivimos momentos de risas, de urgencias o de hospital provincial...
Sólo unos pocos somos los privilegiados de pasar por Emilio Ferrera, para mí, la calle de la Octava, por el ambiente, el bullicio, las banderitas, los pétalos.
Gracias a José Ángel, por las horas en bus, por los detalles con la Hermandad, por su amor al Prendimiento desde Sevilla, a Carlos por dejarse el alma, la boca y lo que haga falta por la Octava, a Bea, por las fotos y por el apoyo moral siempre.
A los niños del Dulce nombre, a Andrés por la ayuda, a ti papá por escuchar todas nuestras locuras y peticiones y al Señor, por otro año ser lo más grande que se paseó por los alrededores de la Catedral, de esa manera tan solemne.
Sólo unos pocos somos los privilegiados de pasar por Emilio Ferrera, para mí, la calle de la Octava, por el ambiente, el bullicio, las banderitas, los pétalos.
Gracias a José Ángel, por las horas en bus, por los detalles con la Hermandad, por su amor al Prendimiento desde Sevilla, a Carlos por dejarse el alma, la boca y lo que haga falta por la Octava, a Bea, por las fotos y por el apoyo moral siempre.
A los niños del Dulce nombre, a Andrés por la ayuda, a ti papá por escuchar todas nuestras locuras y peticiones y al Señor, por otro año ser lo más grande que se paseó por los alrededores de la Catedral, de esa manera tan solemne.
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