miércoles, 7 de abril de 2010

Hace una semana


Hace una semana deshojábamos los últimos claveles de la petalá, la Catedral albergaba todo tipo de insignias alrededor del crucero; olivo, iris y astromenias para poner el broche de oro a toda una cuaresma de trabajo.
Volvimos a casa, de comer algo ligero y comenzaba un año más el mismo ritual, túnica, cinturón y escapulario, los calcetines de siempre, con rosario, medalla y capirote en mano, a las 16: 30 horas de la tarde me puse en marcha dirección a la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación.
Allí nervios, abrazos, consejos, y últimas ordenes a los 310 nazarenos que el pasado Miércoles Santo puso la Hermandad del Prendimiento en la calle, estoy verdaderamente contenta por el considerable aumento de nazarenos, si Dios quiere el año que viene habrá que llamar a Mercedes para que nos mande unas veinte más, que me gusta a mi llamar a esta mujer para que desde Martos (Jaén) revista a veinte nuevos nazarenos Prendíos.

Hoy, esto, son sólo recuerdos, de otro Miércoles Santo más a mis espaldas, desde 1989 cuando mi madre me vistió por primera vez de nazareno hasta la fecha, cumplo veintiún años ininterrumpidos acompañando a mi Hermandad, y que siga así por muchos años.

Vuelvo agradecer a los que vuelven año a año, a los que lo prueban y les gusta, a las fieles promesas de Jesús Cautivo, y las cruces que le siguen, al del Simpecado, al que nos guía, y al Diputado Mayor de Gobierno, por hacernos fácil tan ardua tarea.

1 comentario:

Costero_Prendio dijo...

Que me gustan a mi esas túnicas marfil con el azul mercedario...

Que GRANDE es esta Cofradía leche... y que aún haya ciegos de esos que lo son porque no quieren ver...

Un abrazo María!