jueves, 27 de marzo de 2008

Lo que Fue III

Es Jueves y hace un día para ser Santo, Jueves Santo.
Justo hace una semana ponía mis pies en la Estación de Santa Justa para pasar un Jueves y un Viernes inolvidables e inexplicables a todo aquel que me llamaba para ver que tal iba todo.
Allí llovía y aquí en mi Almería sucedía lo mismo, malos presagios para esas tres Hermandad que no pudieron realizar su Estación de Penitencia, por unos instantes, en una llamada a mi padre, pude oír la Banda del Cristo de la Buena Muerte, me alegré de que estuvieran en la Calle, y pensé que si seguía así las demás Hermandades de echarían a la Calle a poner el Broche al Jueves Santo, no fue así, otra vez hizo acto de presencia, otra vez.
En Sevilla todo lo contrario, me empapé, pero no de agua, si no del saber hacer, del buen hacer de las Hermandades Sevillanas, impresión al ver el Palio de la Concepción, pellizquito al ver al Señor del Gran Poder, con cardos o sin ellos el fervor era palpable a su paso por Sierpes.
El Valle, Montesión, Pasión, Tres Caídas, Los Gitanos y mientras tanto conocimos a buena gente que en todo momento nos indicó donde y cuando, intercambio de estampitas, las mías de El Prendimiento, las suyas variopintas recorrían desde el Cerro del Águila hasta San Gil, y aún estando allí no podía olvidarme de la noche anterior.
No pude olvidarme de esto...


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