lunes, 21 de mayo de 2007

El balcón

En los días previos al ascenso de la U.D Almería a 1ª División la gente ha querido expresar su apoyo al equipo vistiendo sus balcones con banderas rojiblancas, de esta manera sabías que quien habita esa casa apoya al equipo.
Todavía recuerdo cuando el Real Madrid ganó la novena y colgué mi bandera en el balcón, y al día siguiente no sé si algún culé cabreado o algún Madridista sin bandera se apoderó de la mía dejando sólo el mastil que la sujetaba.

En Semana Santa son pocas las casas que se visten de gala para tal ocasión al paso de las Cofradías, y hablo de casas con señorío, con balcones centenarios pero desnudos.

Cuando Almería huele a nardos mi balcón se viste con antiguos mantones de manila y de fondo la bandera de la Ciudad, para recibir a la Patrona que viene elegante por Gravina, me encantan esas mañanas de último Domingo de Feria, con resaca por todos los días de mal dormir acumulado, pero sale la Virgen del Mar, y no se puede faltar.


Pero sobre todo es en Semana Santa cuando mas nos esmeramos en adecentar los balcones, e incluso hace unos años varios vecinos del barrio nos juntamos y conseguimos concienciar al resto de personas para que se hiceran de alguna colgadura que otra para engalanar los balcones de Real con un colo burdeos.

El Domingo de Ramos es día de rojo, de un rojo alegre con palmas y olivo, hasta que llega el Miércoles, Miércoles rosado, damasco rosa con adornos en plata, el Viernes, damasco morado al paso de la Hermandad del Santo Entierro por la Calle.

Poco a poco logramos que la Calle Real, lugar donde Prendimiento se encamina hacia Carrera Oficial se vista de gala, pero no sólo el Miercoles, sino desde el Sábado de Pasión hasta el día de la Resurrección.

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